10 Consejos Prácticos Para Una Mejor Reserva de Comida En Una Emergencia

Sara López

Fundadora & CEO - Puerto Rico Rises

​Es conocido por todos la dieta especial de nosotros los puertorriqueños donde si no hay arroz, habichuelas, carne, ensalada y vianda sentimos que no hemos comido.  Un arroz con salchichas, no tiene carne, verdad? hay que añadirle la chuleta por el lado e imposible no ponerle habichuelas por el lado, por que si no, no es una comida "completa o balanceada" según nuestros "estandares". Pero, en una situación de emergencia, la cosa cambia y al no tener estos manjares a nuestro alcance, nos crea aún más ansiedad.

Lo primero que debemos entender y asimilar es que, no estamos de vacaciones ni pasadía en la playa con el caldero.  Estamos en una emergencia. Así que debemos respirar hondo y enfocarnos, no en el paladar, si no en que tengamos los nutrientes necesarios y "pasarla lo mejor que podamos".

Lo segundo que debemos intentar hacer el hábito es, no dejarlo todo para último momento.  Si en vez de esperar a que las filas sean de horas para que al final, cuando por fin entras al "colmado" te encuentres las góndolas vacías y nos vayamos en "panic mode" empiezas a crear tu reserva "despacito" podrás hacer una selección más sabia y con mejores opciones nutricionales.

Además, no todos los desastres naturales avisan con tiempo.  Madre Tierra está dando señales y debemos prestarle atención.  A continuación 10 consejitos para que estés mejor preparado a la hora de tener que recurrir a la reserva de emergencia.

Cualquier duda, consulta a un profesional de nutrición.  No soy nutricionista ni mucho menos conocedora de dietas balanceadas.  Esto es un compendio de lo leído y aprendido en diversos medios, pero con mi toque de humor y en el lingo en que "nosotros nos entendemos". A continuación 10 consejos básicos para ayudarte a crear tu reserva de emergencia.

1. Organízate: Haz una lista de las necesidades específicas de cada miembro de tu familia, dietas especiales, alergias y de los gustos particulares de cada cual.  No es "tocarla de oído".  En un momento de emergencia no siempre se piensa en orden o se toman las mejores decisiones.  Escríbelo y "nos vamos a la segura".  No olvides añadir a tu lista:  ​​envases, platos, vasos y cubiertos desechables; abridores de lata y contenedores con tapa para guardar cualquier sobrante que vayas a reusar.
2. Equípate:  Consigue cajas plásticas con tapa o crates de leche que puedas poner uno encima del otro.  Decide que guardarás los alimentos por miembro familiar o por categoría. Escribe el nombre o categoría en un papel o label y pégalo.  Así podrás tener control de qué queda de quién o de qué.
3. Acomódate: Asigna un lugar en la casa donde almacenarás esta reserva. Deja claro a la familia que "eso no se toca"
4. Empiézala: Cada vez que vayas al supermercado añade 2 o 3 cosas de tu reserva. Así podrás quedarte en presupuesto y no tendrás que hacer "mucho desarreglo en la chequera".
5. Verifícala:  Todos sugieren 3 días de  reserva.  Luego de lo vivido, por qué  mejor no la hacemos de 7 días? Asegúrate que todos tienen de todo.​
6. Resígnate:  Vence la tentación de     añadir alimentos que requieran mucho tiempo de cocción o imaginar que podrás hacer una cena de 7 platos. Recuerda, es una emergencia, es temporero, pasará. Ya podrás tratar de superar el sabor del pollo "guisao de abuela". Ahora lo importante es sobrevivir y mantener buena nutrición dentro de las circunstancias. Quizás es el momento preciso de aprenderte de una vez y por todas la tabla nutricional.
   

7.  Aprovéchate: Ni es momento de                   manjares, pero tampoco de seguir "la           dieta".  Tu y tu familia estarán bajo               mucha tensión e incertidumbre.  Es el         momento de añadir a esa reserva:                 papitas, chocolates, galletas y cualquier       antojo que te dé comfort y te ayude a           manejar "el stress".  Pero "con juicio"           evitando alimentos que te den sed o             altos en azúcar.
8.  Hidrátate:  El agua es primaria y no             negociable.  Se recomienda 1 galón por       persona por día. Añade bebidas                     nutricionales y de energía, en polvo             que puedas mezclar en la misma                    botellita de agua.  
9.  Enfócate: en alimentos no perecederos:

• enlatados (por favor no vayas a olvidar el abrelatas) o en envases de cristal que no necesiten refrigera-    ción como carnes (hay otras        alternativas no tiene que ser tuna, tuna o tuna)
• vegetales de lata o los que puedas comer crudos como zanahoria, brócoli, espinaca 
• frutas
• jugos
• leche (también hay en polvo)
• café instantáneo (porque algo de la dieta tenemos que conservar)
• mantequilla de maní (subirá tu energía y tiene excelente poder nutritivo)
• barras de energía (granola, frutas)
• nueces - almendras preferiblemente

10. Inspírate:  Ahora que no hay prisa, invéntate algunas recetitas con esos ingredientes.  No tenemos que comernos todo "desabrido".  Si algo sabemos nosotros es "inventárnosla y ponerle sazón" a todo lo que tocamos en la cocina.  De esta manera ya tendrás opciones y variedad al usar "lo mismo, lo mismo", evitarás "estar hasta la coronilla" y el camino no será "tan amargo".  Anímate y comparte tus consejos o recetas "de emergencia" aquí!